
Alternativas para crecer
Estrategias mediante el uso de bioestimulantes y aplicación de ácido giberélico para aumentar el calibre de las cerezas sin afectar el color

El tamaño del fruto es uno de los parámetros de calidad más importantes al momento de determinar el precio y el retorno al productor. Para mantener el liderazgo en la industria es importante la búsqueda de alternativas que permitan mejorar los atributos de calidad exigidos en los mercados de destino. En este aspecto, los productores cuentan con diversas estrategias de manejo para aumentar el tamaño final del fruto, dentro de las cuales se encuentran la regulación de la carga frutal (teniendo mayor efectividad el raleo temprano de yemas y/o flores), un adecuado manejo del riego, fertilización y la aplicación complementaria de bioestimulantes y reguladores de crecimiento durante el Crecimiento del fruto.
Para entender mejor el funcionamiento y posicionamiento de las distintas estrategias que ofrece el mercado para promover un aumento en el calibre, es necesario conocer la curva de crecimiento del fruto. El cerezo, al igual que los demás frutos de carozos, presenta una curva de crecimiento de tipo doble sigmoideo que se puede dividir entres fases. La primera fase se caracteriza por un proceso de activa división celular del mesocarpio (pulpa del fruto) y es la etapa que determina en mayor medida el tamaño potencial a cosecha. La fase ll se caracteriza por un menor crecimiento del mesocarpio, siendo lo más relevante la lignificación del carozo (endurecimiento), mientras que en la fase lll las células del mesocarpio se elongan, impulsado por la entrada de agua, lo que hace más relevante el manejo adecuado del riego en esta etapa final del crecimiento.
Dependiendo la fase de desarrollo en que se encuentra un fruto se abren ventanas de oportunidad para la aplicación de distintos productos. Debido a la dinámica de las fitohormonas en el proceso de crecimiento y desarrollo de fruto, distintas alternativas comerciales se han posicionado en este periodo con el objetivo de aumentar el calibre.

Uso de bioestimulantes
Los bioestimulantes son productos de origen orgánico o inorgánico, caracterizados por ser amigables con el medioambiente y que se pueden clasificar en: extractos de algas, ácidos húmicos, ácidos fúlvicos, aminoácidos, glicina betaína, quitosano, silicatos, bioestimulantes en base a hongos y bioestimulantes en base a bacterias. A grandes rasgos, y dependiendo de su origen, pueden cumplir diversas funciones como mejorar la tolerancia a lestrés abiótico, potenciar el crecimiento vegetativo, aumentar las producciones y mejorar los parámetros de calidad de la fruta (Afonso et al., 2022). Dentro de los parámetros de calidad, ha sido posible identificar efectos de distintos bioestimulantes sobre el calibre, resultando en una estrategia efectiva y complementaria a los reguladores de crecimiento.
En relación con las alternativas de bioestimulantes validadas por el CER, destaca el uso tanto de Ascophyllum nodosum como Ecklonia maxima, ya que se ha demostrado que aumentan de forma significativa el calibre de fruto con aplicaciones cada 7 a 10 días desde fruto recién cuajado hasta cosecha, en comparación con un control sin aplicación, siendo generalmente este tipo de aplicaciones complementarias a las de fitohormonas. Por otro lado, alternativas de ácidos húmicos y fúlvicos realizadas en el peak de crecimiento radicular de primavera generan un impacto positivo en el calibre, en comparación con la fruta no tratada. Del mismo modo, el CER ha evaluado el efecto de aplicaciones de quitosano y glicina betaína desde caída de chaqueta, evidenciando también un efecto en el aumento del tamaño de fruto.

Dentro de los reguladores de crecimiento, existen distintos productos en base a fitohormonas sintéticas o naturales, con efectos similares a las auxinas, citoquininas y/o giberelinas. Estudios realizados durante la temporada 2019-2020 en las variedades Skeena y Regina, demostraron el efecto de algunas alternativas, tales como la aplicación de 20% NAA (auxinas) en plena flor, que concentró en promedio un 15,6% más de fruta en la categoría mayor a 30 mm de diámetro en comparación con el tratamiento control sin aplicación. Del mismo modo, se evaluaron alternativas con efecto citoquinínico con aplicaciones en plena flor y fruto cuajado con el objetivo de promover división celular. Los resultados evidenciaron que las aplicaciones de 6-Benciladenina y Tiadiazurón 5% aumentaron significativamente el tamaño final del fruto, desplazando la curva hacia calibres más grandes en comparación con el control sin aplicación.

Otra alternativa, correspondiente a un regulador de crecimiento que es ampliamente utilizado, es el ácido giberélico, cuyo objetivo es aumentar el calibre promoviendo la elongación celular. Las aplicaciones se realizan en general en fruto color verde brillante, con un impacto directo sobre el tamaño final de fruto. Sin embargo, diferentes estudios han reportado que el uso de giberelinas trae consigo un retraso en el desarrollo del color (Li et al. 2019), lo que inevitablemente genera una cosecha más tardía dependiendo de la dosis utilizada y momento de aplicación. Este retraso en la cosecha es crítico para variedades tempranas como Royal Dawn y Santina, cuyo precio está fuertemente determinado por el momento de entrada al mercado.
Dada esta problemática es que durante las dos últimas temporadas el CER ha evaluado estrategias de aplicación de ácido giberélico cuyo objetivo ha sido caracterizar el efecto de las aplicaciones de este regulador de crecimiento en dos momentos (verde brillante y pinta) y dos dosis (15 y 20 ppm) en cerezos cv. Santina.
Nuevas estrategias en el uso de GA3
Durante la temporada 2022-2023 se estableció un ensayo en cerezos de la variedad Santina sobre Maxma 60, cuyo objetivo fue determinar si aplicaciones tardías de ácido giberélico mantienen su efecto en el calibre sin afectar el desarrollo del color a cosecha. Para esto se comparó una aplicación de 20 ppm en dos momentos: fruto verde brillante y pinta (viraje de color), mientras que las otras estrategias consistieron en realizar dos aplicaciones de 15 ppm; unas tempranas (verde brillante y 7 días después) y otras tardías (pinta y 7 días después) tal como se muestra en el Cuadro 1.
Los resultados evidenciaron que dos aplicaciones tardías (pinta y 7 días después) de 15 ppm de ácido giberélico fueron más efectivas aumentando el tamaño del fruto, desplazando la curva de calibre hacia fruta de mayor tamaño en comparación con las aplicaciones más tempranas (Cuadro 2) y sin afectar el desarrollo del color, concentrando más del 60% de la fruta en la categoría caoba oscuro, tal como se puede apreciar en la Figura 1. Cabe mencionar que en todas las evaluaciones realizadas no se afectó la firmeza del fruto.

Considerando las condiciones de esta primera temporada, es posible concluir que dos aplicaciones de GA3a concentración de 15 ppm, una en pinta y 7 días después (T4), parece ser la estrategia ideal para alcanzar un mayor calibre sin retrasar el desarrollo de color. Además, dados los resultados, esto podría ser parte de una estrategia de manejo al momento de programar la cosecha, debido a que contar con cuarteles con diferente desarrollo de color, permite escalonar la cosecha mejorando así la logística del proceso, aumentando la eficiencia de la maquinaria y de la mano de obra.
Considerando los resultados de la primera temporada de evaluación, se realizó un ensayo durante la temporada 2023-2024, en un huerto de Santina sobre Colt plantado el año 2013. En esta ocasión se consideró un tratamiento control (sin aplicación), y se evaluaron dos momentos de aplicación (verde brillante y pinta) y dos dosis de ácido giberélico (15 y 20 ppm). El detalle se describe en el Cuadro 3.

En los resultados se observó un efecto por parte de la aplicación de una dosis alta de GA3 aplicada en forma temprana (T1) y por parte de la dosis baja aplicada en forma tardía (T4) con aumento promedio de 0,5 mm en el calibre y de un 11,7% más de fruta concentrada en la categoría mayores a 30 mm en comparación con los demás tratamientos (Cuadro 4).
En relación con el color de fruto a cosecha, los tratamientos con el mejor desempeño fueron las aplicaciones tardías (pinta) de GA3 (T3 y T4), que presentaron una mayor concentración de la cosecha en la categoría caoba oscuro, adelantando el desarrollo del color en comparación con el tratamiento control. La aplicación temprana (verde brillante) de GA3, independiente de la dosis usada (T1 y T2), no presentó diferencias en color respecto al tratamiento control (Figura 2).
Considerando las condicionesde este ensayo, es posible concluir que las aplicaciones tardías de GA3, independiente de la dosis utilizada, no retrasan color; además, la utilización de una dosis baja de GA3aplicada de forma tardía (pinta) aumenta el calibre promedio y la concentración de fruta en la categoría mayor a 28mm, siendo la mejor alternativa para variedades tempranas que apuntan a un ingreso anticipado al mercado. Sin embargo, entendiendo que debido a distintas limitantes las cosechas se deben realizar de forma escalonada, la aplicación en forma temprana de una dosis alta de GA3 puede ser una buena alternativa para aumentar el calibre de la fruta, sin afectar el desarrollo del color.
Finalmente, si bien existen diversas estrategias para promover el aumento de calibre, es fundamental aplicarlas en las dosis y momentos adecuados para lograr un mayor efecto. Además, es importante tener presente que estas aplicaciones son complementarias a un buen manejo en la relación hoja-fruto (buena regulación de carga temprana) y un adecuado riego y fertilización.
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