
El día de la verdad en la producción de cerezas
Es urgente adquirir la disciplina necesaria para volvernos eficientes. Esto no apuntando necesariamente a disminuir costos, sino que el dinero sea invertido de manera productiva de modo que nos permita alcanzar el objetivo, de mejores precios. No olvidando que los calibres más grandes han sido siempre los mejores pagados.

Hasta ahora, siempre tuvimos una demanda muy alta por nuestro producto y -por supuesto- muy buenos retornos económicos, ya que somos los únicos que podemos proveer cerezas en las fechas de celebración del año nuevo chino. Esta demanda nos ha llevado a superar las 70.000 hectáreas plantadas a la fecha, las que se fueron completando con aciertos, pero también con muchos errores. En base a cantidad de proyectos mal diseñados, plantas de décima categoría, variedades fuera de zona y todo tipo inversionistas de ocasión entrando a producir cerezas, en respuesta a las bondades que hasta ahora había presentado el negocio.
COMO LLEGAMOS A 125.000.000 DE CAJAS
Para llegar a los 125 millones de cajas de 2024, desde los 83 millones de cajas de la temporada anterior, se alinearon varios parámetros que incidieron directamente en el aumento o disminución de la producción. Entre lo más relevante se puede mencionar:
► Baja productiva en 2023, por insuficiente acumulación de frio invernal, de modo de que los huertos llegaron a la campaña 2024 más “descansados” de la temporada anterior.
►Verano de 2024, particularmente enero, con menor temperatura, mucho mejor para inducción y diferenciación floral.
►Invierno de 2024, de los mejores que hemos tenido en cuanto a la oferta de cantidad de horas frío.
►Aumento en fertilidad de las yemas/ dardos, muchas más flores por centro frutal.
►Falta de intensidad en muchos ajustes de carga -básicamente en poda- por “miedo” a distintos fenómenos: pasma o aborto, eventos de heladas, etc.
►Cero problemas de lluvias en primavera -durante floración y desarrollo de frutos- que afectaran la calidad de la fruta, pensando principalmente en las partiduras.
LLEGÓ LA HORA DE LA DISCIPLINA
En función a la pasada temporada en la actualidad enfrentamos un antes y un después en la producción de cerezas. La sobre oferta, sumada también a la gran cantidad de fruta de pequeño calibre y a defectos de calidad tales como pudriciones y desordenes fisiológicos, en un mercado chino más deprimido en cuanto a su consumo interno, afectaron severamente a la comercialización en comparación a los años anteriores, obteniendo los resultados económicos más bajos de la historia.
Estimo que estamos ante un cambio como otros que ya ha enfrentado varias veces la fruticultura en Chile. Manzanas y kiwis son un ejemplo cercano, frutales en que se tuvo que aguantar muchos años de malos precios, se debió reducir la superficie cultivada en el país y -por supuesto- mejorar la calidad del producto, como condiciones para obtener un repunte de los precios.
En el caso del cerezo -sin duda habrá productores y huertos que tendrán que salir del negocio para conseguir nivelar la producción y volver a flotar. En el caso de los que deseemos o debamos seguir en la producción de cerezas, tendremos que asimilar un concepto que será fundamental para sobre llevar el negocio, un hábito que se echa mucho en falta en nuestra querida fruticultura: DISCIPLINA.
Ante un negocio más estrecho, tendremos que hacer bien todo en el primer intento y evitar fallar en labores que son importantes para lograr el objetivo de obtener fruta de calidad.

EN QUÉ SITUACIÓN ESTAMOS AHORA
A finales del mes de abril se comenzaron a entregar algunos números que revelan la realidad de los retornos de la exportación de cerezas… y no son números muy alegres, lo que genera una gran incertidumbre respecto de la próxima temporada. ¿Cómo se comportará el mercado chino? ¿Cómo afrontar la próxima campaña considerando la situación financiera de cada productor? Desde ya anticipando una posible falta de financiamiento, ya sea por parte de las exportadoras o de la banca.
Pero lo que se puede apreciar en los recorridos de los huertos es que -inmediatamente- los productores comienzan a tomar decisiones totalmente erradas y a hacer manejos que van en desmedro de la productividad y -por supuesto- de la calidad.
Analicemos algunos ejemplos:

► Productores que no fertilizaron en postcosecha, siendo esta etapa, a mi juicio, la más importante de todas; más aún que la fertilización de primavera.
► Se han realizado menos aplicaciones para control de ácaros fitófagos, en vistas a “ahorrar”, lo que solo llevará a que sufran daños las plantas.
► Se están haciendo menos controles de enfermedades tales como cáncer bacterial y de otras enfermedades de la madera provocadas por hongos xilófagos.
► No se realizaron podas de verano, pese a que son necesaria en muchos huertos.
A mi entender, todo lo mencionado son errores graves, por lo que traerán más de algún problema para esta temporada.
COSTOS, UN CONCEPTO MUY MAL ENTENDIDO
Cuando asesoro, me he encontrado con frecuencia que los productores me piden “disminuir costos productivos”, por lo que les recuerdo cómo se estructura el total de los costos de producción:
La mano de obra representa aproximadamente el 75% de los costos totales y de ese porcentaje, solo el costo de cosecha representa el 62%, en tanto que las podas de invierno y verano implican solo un 13% del costo de mano de obra.
El gasto en maquinaria y combustible, por su parte, representa un 8,3% del costo total, en tanto que los productos fitosanitarios y de nutrición, como son pesticidas, herbicidas, reguladores de crecimiento y fertilizantes, representan solo un 16,7% del costo total de producción.
Esto indica gráficamente que lo que debemos disminuir es el costo de mano de obra en labores ineficientes y en jornadas de cosecha de excesos de fruta en los huertos. Fruta por la que NO pagarán lo suficiente para solventar el negocio.
Pero que, además, en caso de enviar a proceso, incide en mayores incrementos costos. Es decir, reducir en parte la producción también incide en disminuir los costos de proceso en el packing, lo que tiene un valor significativo.

QUÉ CAMINO DEBEMOS SEGUIR
Personalmente, como productor y asesor en cerezos, creo que el camino a seguir es hacer manejos que agreguen valor a la fruta, esta frase, con la que estoy completamente de acuerdo, fue tomada del profesor, Dr. Oscar Carrasco e implica que deberemos asumir algunos riesgos, como en todo negocio, pero sin duda que será una gran herramienta que nos orientará a mejorar la calidad de nuestro producto y nuestros retornos. Ni hablar de que hoy es impensable, ya que sería no entender nada de lo que está pasando, seguir produciendo fruta XL (24 mm) y J (26 mm), “porque”, según me han dicho muchos productores, “paga el proceso”.
Estas categorías están -desde hace rato- fuera de juego. Es muy marcado que -a como dé lugar- debemos producir fruta calibre de 28 mm hacia arriba, pero -además- con muy buena FIRMEZA, lo que requiere de trabajo y disciplina.
Debemos planificar con anticipación y realizar una adecuada gestión de las labores, recordando que eso es ADMINISTRAR.
Es básico no caer en ahorrar en tonterías insignificantes, como sal-tarse o descuidar los controles fitosanitarios.
El control de plagas y enfermedades es muy importante, tanto para resguardar la vida útil de los árboles, como para que estos expresen todo su potencial productivo.

PODA INVERNAL
A esta altura del año, el punto de partida -sin duda- será hacer una correcta poda de invierno, para ajustar la carga productiva, asegurar un mayor tamaño de fruta y -por ende obtener mejores características organolépticas. Esto es mejorar color, sabor y firmeza, ya que va todo muy de la mano con el manejo de la poda. Pero que, además, permitirá acotar posteriores gastos, tales como raleo de yemas, flores o frutos.
RALEOS DE FLORES O FRUTOS
Debemos ser rigurosos (y disciplinados) respecto de eliminar labores costosas e ineficientes, como los raleos manuales de flores y/o frutos. Estas son labores que nunca, pero nunca, quedan bien realizadas, siendo -además- muy costosas, alcanzando los 4.000 dólares por hectárea. Considerando, también, que cuando se realizan estas labores en flor o fruto cuajado, ya se ha hipotecado por completo el potencial para generar fruta de mayores calibres. Obviamente que dependiendo de la combinación suelo, porta injerto, variedad, debiésemos apuntar a producir entre 12 a 15 toneladas por hectárea, lo que va muy de la mano de la nutrición vegetal de primavera y el correcto manejo del riego.
RIEGO Y NUTRICIÓN

Es importante programar y preparar con tiempo los análisis de suelo, foliares y, según la productividad esperada, definir los programas de fertilización de primavera, partiendo por las correcciones de elementos minerales de la CIC, sobre todo si no se hizo una adecuada fertilización de postcosecha.
Por otro lado, se debe perder el miedo a regar, en referencia a ajustar mejor el tiempo y la frecuencia de riego, ya que es un pilar fundamental de la producción. Este es un manejo que, aun habiendo incorporado gran cantidad de tecnología en los huertos, lo seguimos haciendo muy mal. Peor aún, hemos dejado de revisar calicatas, siendo que es un respaldo importante para controlar humedad, compactación y plagas de suelo, así como enfermedades que atacan a las raíces del cultivo.
UN SELLO QUE DEBEMOS CAMBIAR
Por mi experiencia con todos y cada uno de los productores del globo que me ha tocado trabajar: griegos, turcos, españoles, italianos, neozelandeses, norteamericanos, uzbecos, estoy más que convencido de que somos los únicos productores del planeta más preocupados del costo que de mejorar nuestros rendimientos. No lo afirmo solo en función de la cantidad, sino que de un equilibrio entre cantidad y -lo más importante- calidad del producto. Hay que recordar que un huerto, desuniforme, con problemas, solo agrega más costos, sin garantizar un buen resultado.

LAS MALEZAS SON CADA VEZ MÁS UN DOLOR DE CABEZA
Otro fallo importante está en el control deficiente de malezas, ya que nos vuelve ineficientes con la gestión del agua y los nutrientes, recursos que son captados anticipadamente por las malezas, en vez de ir a la nutrición del cultivo. Este es un problema grave para la mayoría de los productores.
Cabe señalar que, en mí opinión, la base del control de malezas sigue estando en evitar la germinación de las semillas de malezas anuales y perennes. Esto se logra mediante aplicaciones de herbicidas residuales o suelo activos tales como Indazyflan, flumioexazin, oxyfluorfen, s-metalocloro, napronamida, fluasa sulfuron, etc. Las aplicaciones deben comenzar la segunda quincena de mayo, con las primeras lluvias, para realizar una segunda aplicación alrededor del primero de agosto.
De ese modo, se podrá llegar con un suelo libre de malezas hasta el día de inicio de la cosecha; siendo esto por lejos mas barato que hacer cualquier aplicación con herbicidas post emergentes, los que cada vez controlan menos (glifosato, aminotriazol, clethodim, diquat, etc.) También hay que recordar que el uso de herbicidas suelo activo permite generar mayor control durante más tiempo, a la par que disminuye la resistencia por parte de las malezas y tiene mucho menor riesgo de fitotoxicidad.


EL NECESARIO CAMBIO DE MENTALIDAD
Es urgente adquirir la disciplina necesaria para volvernos eficientes. Como mencioné anteriormente todo esto quizás no disminuya los costos, pero lo que se gaste será invertido de manera eficiente, de modo que nos permitirá alcanzar el objetivo de mejores precios. Ya que, como sabemos, los calibres más grandes siempre han sido los mejores pagados.
Estos son manejos críticos en cuanto a planificación y supervisión y -por ende- deben ser realizados en los momentos que corresponde. Como ocurre muchas veces cuando se llega tarde, la labor ya no incidirá en mejores rendimientos o calidad, sino que solo en la producción de fruta que no ira a una caja de exportación.
Gracias a un buen ajuste la carga, para no excederse en la cantidad de kilos por hectárea, además, estaremos incidiendo directamente en menores costos de cosecha y de transporte de la fruta a la planta de proceso; siendo este último unos de los gastos más importantes en toda la operación del huerto.
Que le negocio mejore dependerá de todo el ecosistema productivo: exportadoras, productores, agrónomos, técnicos, jefes de huertos; es decir, todos los involucrados en la producción y la comercialización.
Enviamos el 95% de la fruta al Lejano Oriente, en tanto que países como Argentina y Nueva Zelanda vienen todavía muy atrás en volumen. O sea, competimos con nosotros mismos.

HERENCIA NEGATIVA PARA LA PRÓXIMA TEMPORADA
Hemos tenido uno de los veranos con temperaturas más altas en enero y febrero, con tres semanas con temperaturas por sobre los 35°C, en que la tendencia general fue suspender las aplicaciones de bloqueadores solares. Además, pero relacionado, una altísima presión de ácaros fitófagos o ‘arañitas’, siendo el cerezo un frutal sensible a esta plaga. Por esto -en pleno verano- muchos huertos se vieron desfoliados y con esbozos de rebrote en sus dardos, lo que se suma a los mencionados casos de nula o deficiente nutrición de postcosecha.
Sin duda que lo descrito afectará la acumulación de carbohidratos de reserva, tan importantes para que las plantas puedan pasar el invierno y disponer de los excedentes para los primeros 35 días, desde la brotación hasta cerca de la caída de chaqueta (sépalos), gracias a las reservas acumuladas entre enero y marzo. Esta temporada asumiremos una herencia negativa derivada de los malos tratos a los huertos, por lo que tendremos que estar atentos a realizar las correcciones necesarias en todos los ámbitos descritos. Lo claro es que tenemos mucho que aprender y corregir de lo hecho esta temporada.
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