
¿Qué puntos tiene pendiente Chile en Trazabilidad – Inocuidad?
¿CÓMO SE PODRÁ MEJORAR AL 2030 LA TRAZABILIDAD DE LOS PRODUCTOS AGRÍCOLAS CHILENOS? -Luis Schmidt: Los temas de inocuidad y trazabilidad son de los más importantes para poder acceder y mantener los actuales mercados para los productos frutícolas chilenos, por lo cual es necesario fortalecer el sistema nacional de inocuidad y calidad alimentaria, desarrollando un […]

-Luis Schmidt: Los temas de inocuidad y trazabilidad son de los más importantes para poder acceder y mantener los actuales mercados para los productos frutícolas chilenos, por lo cual es necesario fortalecer el sistema nacional de inocuidad y calidad alimentaria, desarrollando un fortalecimiento de la formación de los técnicos y profesionales tanto en el ámbito público como privado. Al mismo tiempo, hay diferentes actores involucrados en esta política, por lo que se hace necesario establecer una coordinación de las entidades públicas en estas materias, ya que participan diferentes ministerios y servicios dentro de los ministerios, que muchas veces duplican funciones y limitan el desarrollo del sistema.
¿QUÉ CAMBIOS DEBE TENER EL MARCO REGULATORIO PARA REFORZAR LA PROTECCIÓN DE LA SALUD?
-Michel Leporati: Desde Achipia y en conjunto con los actores del Sistema Nacional de Inocuidad y Calidad Alimentaria concluimos el proceso de revisión y actualización de la política nacional de inocuidad y calidad alimentaria, con un horizonte temporal 2018-30. En este proceso se identificaron los principales desafíos que tiene el sistema para dicho periodo, entre los que se encuentran concluir el proceso de ajuste institucional, instalando a través de la promulgación de una ley orgánica el sistema nacional de inocuidad y calidad alimentaria y trasformando a la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria en un servicio público con mandato para la coordinación y conducción del sistema.
También se encuentra el hecho de reconocer las dinámicas espaciales, temporales y ambientales de los peligros y riesgos alimentarios y la especificidad local de los sistemas de producción; además de vincular institucionalmente el sistema de inocuidad y calidad alimentaria con los sistemas de fomento, de protección social, de I+D+i y de educación. Otro desafío pasa por promover el desarrollo de una oferta y un consumo de alimentos seguros para una alimentación saludable, diversificando y sofisticando la oferta alimentaria nacional a través de la generación de entornos regulatorios y de fomento productivos amigables para la innovación y el emprendimiento.
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