Herramientas para controlar la mosca de alas manchadas Drosophila suzukii
Drosophila suzukii, también conocida como mosca de alas manchadas o drosófila de alas manchadas, se ubica como una las principales plagas que afectan a la agricultura internacional. Chile fue invadido por esta plaga en 2017 y desde 2019 no tiene ningún estatus cuarentenario, es decir, pasó a formar de la entomofauna chilena.Luis Devotto, entomólogo e investigador de INIA Quilamapu, comentó a Mundoagro que “esta plaga es muy nociva porque es muy polífaga (ataca más de 200 frutales), es de ciclo de vida muy corto (15 días), es muy prolífera (cada hembra coloca 300 huevos) y se mueve a largas distancias. Además, la plaga aprovecha la escasa coordinación que existe en los territorios”.
Por ello, desde INIA impulsan diversas herramientas, ya que la respuesta a la plaga varía dependiendo de la especie frutal y del segmento de productores involucrado. Según indica Devotto, hay que hacer un traje a la medida para cada combinación. A partir de eso es que se ha contribuido a aumentar la oferta de insecticidas contra la plaga por medio de ensayos oficiales realizados en sus estaciones experimentales (reconocidas por el SAG), conducentes a que los insecticidas ensayados obtengan el registro SAG contra la plaga.
Sobre cómo ha ido evolucionando esta plaga a lo largo de los años, el entomólogo detalló que la plaga partió en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. “Hoy está bien establecida entre Valparaíso y Los Lagos, con menor presencia en Aysén, Coquimbo, Atacama y Tarapacá. A su vez, en la zona donde está establecida, la presión no es la misma en todas las regiones. Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins en general son regiones de baja presión. Maule, Ñuble, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos son regiones de alta presión permanente”.
Por ello enfatizó, “el principal desafío es controlar la plaga sin que la fruta chilena supere los límites de residuos de insecticidas. Para lograr lo anterior, hay una tarea pendiente que es abordar el problema a una escala regional, no como en la actualidad donde cada productor hace lo que puede solamente al interior de su predio”.
Respecto del control biológico con microorganismos, INIA exploró la zona centro-sur de Chile en busca de insectos que se alimenten de drosofílidos, encontrando cinco especies. “Después de diversas pruebas de laboratorio, una de estas especies fue seleccionada para ser evaluada en campo, pruebas que comenzaron en el Maule en diciembre de 2024 y terminarán en febrero de 2025”, explicó Devotto.
El investigador indicó que “en relación con el control biológico con microorganismos, INIA ha colaborado con tres empresas privadas para que este tipo de bioplaguicidas lleguen al mercado y sean usados por los productores. En el futuro inmediato, INIA quiere que cada productor afectado reciba en su celular un mensaje personalizado con recomendaciones que varían dependiendo de la zona en la que esté ubicado el producto y del frutal que cultiva. Lo anterior se logró con el uso de inteligencia artificial y el proyecto fue presentado a FIA para su evaluación”.

Noticias Relacionadas
Mundoagro Capacita: ¿Cómo lograr calidad en la postcosecha de cerezas?
